Benedicto XVI en Cuba, siguiendo debilmente los pasos de Juan Pablo Segundo. Analisis.

Cubanos asistiendo a la Iglesia Corpus Christi de Habana (Foto NYT

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Dentro de unas horas Benedicto XVI llegara a Cuba como parte de sus cinco dias en el joven continente, iniciados en Mexico y seguidos en Cuba comunista

donde seguramente se encontrara con una apoteosica bienvenida popular en una nacion que por anos fuese extranamente atea pero hoy teniendo una de las relaciones mas extranas del mundo con ese cristianismo manejado por el Santo Padre, hoy a punto de pisar su suelo csribeno.

Todos lo sabemos!

Solo el 5% de los 11 millones de cubanos considerandose catolicos acude a sus templos con la misma devocion de cualquier hijo de vecino, de cualquier catolico en otras naciones.

Benedicto abordando al avion
Alitalia en camino a Mexico.

Para Benedicto XVI esta es su primera visita como Pontifice, segunda en territorio cubano considerando que en 1998 acompano a Juan Pablo Segundo como su consejero mas importante, fue una visita mas alla de lo historico, un absoluto triunfo del Santo Juan Pablo, dejo una herencia de amistad entre su catolisismo y los Castros que hasta el dia de hoy perdura y permite que la visista de Benedicto
surta los buenos efectos de aquella increible personalidad de ese hombre que por anos, lucho contra el comunismo y los ideales establecidos por los hermanos.

A la izquierda vemos a Juan Pablo y Fidel,
a la derecha Benedicto XVI

Pero necesitamos insistir en que Benedicto XVI no es Juan Pablo Segundo, consecuentemente consideramos que su estadia cubana es hoy un serio misterio jugando importante papel en esas relaciones de aceptacion religiosa de un gobierno repleto de dificultades democraticas, como ha sido el estado castrista, un estado de gran extraneza religiosa considerando que tras ese ateismo comunista hay buena amistad entre El Vaticano y Habana, cosa que -como dijimos- es el resultado real de las relaciones que Juan Pablo Segundo  sembro en los hermanos Castro.

Pero claro, comprendamos que las reacciones populares con la iglesia catolica han sido tan increiblemente extranas, quizas especiales, que ello permitio a que los directivos comunistas de la isla puedieran manejar la situacion con simpleza juntamente con un control relativamente fuerte en grupos de protestas como las "Damas de Blanco", etc.

Hay dos aspectos basicos que permiten la posible estabilidad de los 11 millones de catolicos cubanos que, en realidad casi no van a misas dominicales o no porque, cuando lo hacen es para dejar flores y a saludar a sus virgenes - la Senora de la Caridad o la Caridad del Cobre - abandonan la iglesia casi inmediatamente para dedicarse lo que conocen como "Santerias", una mezcla de religion africana Yoruba y catolicismo.
La otra, serian las buenas relaciones que el Cardenal Ortega de Cuba tiene con el presidente Raul Castro, una posible amistad de respeto mutuo.

Epilogo.

Como dijimos al inicio, Benedicto  no es Juan Pablo, no tiene su personalidad ni sus habilidades papales que hacen un misterio en lo que vendra cuando pise tierra cubana, considerando que posiblemente, posiblemente la iglesia de Benedicto XVI se este preparando para el final de la era castrista, algo tremendamente complicado en un pueblo que solo conoce al comunismo como principio politico, de una juventud creciendo en familias donde nadie practica su religion abiertamente, en un medio con tremendo miedo a las reacciones gubernamentales, un estado que practicamente les obligo a vivirla tras bastidores.


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